domingo, 3 de marzo de 2013

El legado del relámpago

Siempre he sentido predilección por los New Teen Titans. Creo que fue de las primeras colecciones que compré de DC, cuando Ediciones Zinco comenzó su andadura (mira que ha llovido desde entonces). De todos ellos, son los sidekicks clásicos (Dick, Donna y Wally) mis personajes predilectos puesto que, con los años, los he visto crecer y desarrollarse más allá de su papel de ayudantes. Eran (son) personajes que podían ser utilizados por los autores para contar historias que con sus mentores no podrían ni imaginar, atados por el peso de una marca registrada internacionalmente que genera cantidades ingentes de dinero. De ese modo, vimos a Dick abandonar su jovial actitud y crecer más allá de la sombra del Murciélago o a Donna, al menos por un tiempo, madurar y abandonar su vida superheroica en favor de una vida más "normal".
Portada para el The Flash #15, primera parte de mi historia para Wally

Wally se convierte en Flash
en Crisis en Tierras Infinitas #12
Wally West ha sido uno de los más afortunados en su evolución. Durante un tiempo el universo DC tenía uno de sus pilares en el concepto del legado y Flash siempre ha sido uno de sus mayores representantes, desde la clásica historia "Flash de dos mundos" donde se establecía que Barry Allen se inspiró en Jay Garrick para crear su identidad secreta. Mucho después, y en un giro que nos asombró a todos los lectores, Barry desaparecía sacrificando su vida para salvar a la Tierra durante las Crisis en Tierras Infintas, asumiendo ahora Wally la identidad de su antiguo mentor. Eran otros tiempos, cuando una muerte en los comics aún significaban algo, y es una historia que aún no ha perdido su magia a pesar del tiempo transcurrido.

Mark Waid, desde mi punto de vista, ha sido el gran responsable del crecimiento de Wally como personaje. Durante sus exitosos 8 años al frente de la serie (desde el #63 al #162, 1992 al 2000), hizo evolucionar a Wally del mero "aspirante" que continuaba siendo hasta convertirlo en un auténtico héroe. La existencia de Barry Allen dejó de ser un lastre del personaje y se convirtió en un trampolín para que éste tratase de mejorar y superarle. Y no sólo eso: amplío la mitología del personaje, enrriqueciendo su plantel de secundarios (Max Mercury, Jesse Quick, Impulso) y creando nuevos conceptos tan fascinantes como la Fuerza de la Velocidad. Wally no lo tuvo fácil: le vimos luchar para que todos le tomasen en serio, que le viesen merecedor del traje que llevaba y tuvo que enfrentarse a unas nuevas habilidades que su predecesor no poseía. Quizás sea esa lucha, ese esfuerzo, que las cosas no le resultasen tan... fáciles (Barry Allen, como casi todos los héroes DC, era el mejor en su momento y controlaba todas sus habilidades perfectamente) lo que le hiciese tan atractivo: todos tenemos idolos a los que admiramos, que nos inspiran a ser mejores y ver que tus héroes tambien los tienen les hacen mucho más cercanos... En España tuvimos la suerte de disfrutar de parte de esta etapa en un principio gracias al desembarco de varios dibujantes patrios en la serie, animando a ediciones Zinco a aprovechar el tirón que tendrían para sacar tan interesantes tomos. Luego la editorial cerró pero yo ya estaba enganchado e incluso seguí la serie en su edición americana...

Una de las últimas apariciones de Wally en el UDC
en el Magog #11 por cortesia de Scott Kolins
Seguro que algunos inclurían la etapa de Geoff Johns como una de las fundamentales y yo no lo niego, pero la considero más importante para Flash que para Wally West,  habiéndose centrado el autor mucho más en el desarrollo de los personajes secundarios y los villanos de la serie que en el protagonista de la misma. Todo para culminarla con un rival formidable: Blitz, la historia, y Zoom, el villano, me parecieron totalmente excepcionales.


Despues sobrevino la etapa más oscura del personaje. Wally tuvo familia y se convirtió en una "patata caliente". Nadie parece saber que hacer con un superhéroe con familia si no es hacer crecer a sus hijos aceleradamente para que puedan participar activamente en las historias. Y luego alguien decidió que era hora de recuperar a Barry. Wally se convirtió de la noche a la mañana en personaje non-grato y desapareció del mapa. Nadie parecía acordarse de él en la editorial (una de las preguntas más habituales de las convenciones a la directiva es "¿Que pasa con Wally?") lo que me parece muy triste para un personaje que les ha dado tanto. Este mes, y gracias a Tierra-53 y a mi compañero Jerónimo Thompson, voy a tener la oportunidad de escribir una historia sobre él, esperando que ésta le haga justicia. Y que vosotros la disfruteis.

Wally, te echamos de menos.

Atómicos saludos!

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